El Ministerio del Interior de Fernando Grande-Marlaska ha paralizado de forma temporal la aprobación de una normativa que ha tenido a los guardias civiles en pie de guerra en los últimos años, confirma el propio ministerio. Esta regulación pretendía prohibir a los agentes llevar tatuajes y piercings, además de imponerles una larga lista de restricciones estéticas.
El reglamento, que se elaboró durante el mandato del exministro Zoido, está pendiente de revisión, tras el reciente cambio de Gobierno y el nombramiento este 28 de junio del magistrado Félix Azón como nuevo director de la Guardia Civil, explica el Ministerio de Interior.